LECCIÓN
3. LOS GRIEGOS
1.
PRECEDENTES: CIVILIZACIONES MINOICA Y
MICÉNICA.
Nos vamos a referir a un
periodo cronológico que abarca aproximadamente 1500 años (del 2600 al 1100
a.C.).
Civilización minoica. Suele conocerse con este
nombre a la cultura que floreció teniendo como centro la isla de Creta, entre
mediados del tercer milenio y mediados del segundo milenio a.C. y en cuyo final
–un tanto abrupto- tuvieron que ver agentes exteriores (la pugna con los
aqueos) y geológicos (un gran terremoto).
La civilización minoica tiene
bastantes puntos en común con la griega posterior, además de la influencia que
pudiera ejercer a la distancia de un milenio. Dichos puntos pueden entresacarse
de sus caracteres generales, que pasamos a sintetizar a continuación:
·
Se trataba de una
economía floreciente, basada en el comercio marítimo. En los momentos de mayor esplendor, las flotas cretenses enseñorearon
el Mediterráneo oriental y, en buena parte, monopolizaron el comercio de Egipto
con los países de Europa del este.
·
Su arte (que las excavaciones han sacado casi intacto a la luz en muchos casos)
es admirado por su alta funcionalidad y por su carácter muy expresivo. Los palacios y las pinturas al
fresco son las manifestaciones más conocidas.
·
Paradójicamente,
esta avanzada civilización permanece en los umbrales de la historia, ya que su escritura ha sido apenas descifrada, pese a estarse muy cerca de ello.
·
Los minoicos
estaban divididos en ciudades-estado, aunque era
habitual que alguna de ellas ejerciera su hegemonía sobre las demás. Estaban
gobernadas por reyes y las cortes parecen haber sido muy ricas.
Civilización micénica. También se conoce con el
nombre de aquea, por el gentilicio que a sí mismos se daban estos
hombres de la Edad del Bronce, que parecían tener una clara conciencia de
pertenecer a un tronco étnico común. Aunque es muy probable que el espíritu
minoico fuera más parecido al griego clásico que el micénico, lo cierto es que
por geografía, idioma y tradición oral (Homero), los aqueos son considerados
los padres de la Grecia ulterior. Pero ¿cuáles eran sus notas distintivas?
·
Su economía estaba basada en la ganadería y en la agricultura y resultaba bastante
pobre, comparativamente hablando con Creta o los grandes imperios (mala calidad
de la tierra griega, en general).
·
Su arte nos resulta actualmente muy macizo y poco original. Lo conocemos, ante
todo, por el descubrimiento y excavación de tumbas, en las que se ha encontrado
un ajuar interesante y de calidad (orfebrería, joyas, etc.).
·
Su organización
política no pasaba de las ciudades-estado, muy belicosas y gobernadas por reyes.
·
Tan oscuro
panorama no puede hacer olvidar, sin embargo, que la época aquea marca los
inicios del poderío comercial griego. Son
precisamente los asentamientos comerciales en Asia Menor lo que está detrás,
realmente, de la famosísima guerra de Troya (principios del siglo XII a.C.;
caída de la ciudad, hacia el 1.184 a.C.).
2.
LA “EDAD MEDIA” GRIEGA.
Se suele conocer con esa
denominación el periodo de historia griega que abarca los siglos XI a VII a.C.,
el cual podemos dividir en dos fases: las invasiones dorias y los progresos
posteriores.
Época de las invasiones dorias.
A partir del año
1100 a.C., una serie de invasiones de pueblos de origen común, llamados dorios,
destruyen casi totalmente el mundo aqueo, gracias a su conocimiento y empleo de
armas de hierro. El escaso nivel cultural de los nuevos dominadores,
unido al ingrediente del enfrentamiento racial con los aqueos resistentes,
produce una indudable decadencia de la cultura y
el poder griegos, así como un notable retroceso económico (sólo se salva la
agricultura).
La escasa capacidad
organizadora de los dorios y su hostilidad hacia los restos del poder aqueo
(que subsisten en algunas zonas de Grecia) parecen marcar la definitiva
fragmentación política del mundo griego. La polis
quedará establemente configurada como comunidad estatal o soberana, hasta la
época de hegemonía macedónica.
Progresos posteriores.
Superado lo peor
de las invasiones, la historia griega se dulcifica y alcanza algunas mejoras,
que preludian el paso a una nueva época. Estos progresos consisten, entre otras
cosas, en lo siguiente:
·
Mejoras en la
organización de las polis, abandonando en casi todos los lugares la
forma monárquica de gobierno. Surge la oligarquía, como gobierno por grupos o asambleas de notables, caracterizados por su
poder económico.
·
Se retoma la
vocación marítima y colonizadora de los aqueos, realizándose en esta época la
total colonización de las orillas no
griegas del Egeo (instalación de los griegos en la llamada Jonia, u orilla
occidental de Asia Menor).
·
En paralelo, las
ciudades griegas incrementan notablemente su comercio internacional. Grecia
vuelve a ser, por algunas de sus polis, una potencia
marítima.
3.
LA ÉPOCA CLÁSICA.
Comprende los siglos VI, V y
parte del IV a.C. y podemos contemplarla en dos fases bien perfiladas: la de
crecimiento y la de decadencia.
Época de crecimiento y apogeo.
Hasta mediados del
siglo V a.C. se producen avances en casi todos los órdenes de la vida griega:
·
En el gobierno de
las ciudades-estado se va hacia una mayor participación popular, que culmina en
Atenas con el establecimiento de la democracia.
·
En lo económico,
los griegos colonizan el Mar Negro y el
Mediterráneo occidental, con lo que ello supone de influencia y de riqueza para
las polis más marineras.
·
En lo cultural, se llega al apogeo en literatura, en bellas
artes y en filosofía. De ello trataremos en la última parte de esta lección.
·
Finalmente, se
hacen los mayores esfuerzos para lograr la unidad de Grecia. Surgen, así, las ligas de
ciudades, generalmente bajo la hegemonía de la más fuerte.
Conflictos
y decadencia.
·
Conflictos exteriores. La colonización y el espíritu de independencia de los griegos chocan
con las aspiraciones del imperio persa. En el momento más glorioso de su
historia internacional, muchas ciudades-estado de Grecia se enfrentan a Persia en las llamadas Guerras
Médicas, que concluirán con victorias griegas (Maratón,
Salamina, Platea), pero a costa de grandes sacrificios y pérdidas, de la que la
más trágica es la de Jonia.
·
Conflictos interiores. La superioridad y soberbia de Atenas desencadenan una fuerte rivalidad
contra ella, que encabezarán sucesivamente Esparta y Tebas. Se producen las
terribles Guerras del Peloponeso, que desangrarán Grecia
económica, cultural y demográficamente.
·
Decadencia política y cultural. A los grandes logros políticos y filosóficos de la época anterior
sucederán la exageración y degradación de los valores. La democracia se irá
convirtiendo en demagogia y la filosofía se transmutará en sofística.
·
Crisis social. La descomposición derivada de la guerra y la crisis política provocará
el descontento generalizado de los campesinos y el gran aumento de la población esclava.
4.
EL MUNDO HELENÍSTICO.
Repasemos de manera lacónica
esta importantísima etapa de la civilización occidental, que se extiende desde
mediados del siglo IV a. C. hasta la conquista romana de la mayor parte del
mundo helenístico en el siglo I a.C.
La clave
política de este periodo se resume de forma muy sencilla:
Macedonia unifica a Grecia en su provecho y, seguidamente, la Grecia unificada
conquista el imperio persa, dirigida por Alejandro Magno. La contrapartida se produce a la muerte del gran rey-general: sus
sucesores no son capaces de mantener la unidad política del imperio
greco-persa y se produce una notable desunión, de la que surgen monarquías fuertes e independientes, teniendo
principalmente como centro a Egipto, Siria y Grecia.
¿Cuáles son las notas o caracteres
fundamentales del llamado mundo helenístico?
·
La más importante,
sin duda, es la fusión de las culturas griega y oriental.
Se puede discutir hasta qué punto se dio una auténtica fusión, o cuál fue el
ingrediente que dominó en cada segmento cultural. Pero lo que nadie puede
ignorar es la fecundidad del empeño y su valor para extender la civilización griega por gran parte del mundo entonces conocido, con la unificación y el
progreso que ello tenía que suponer.
·
En lo político, la
gran extensión de los Estados resultantes y su carácter multirracial y
belicoso, trajo consigo una mezcla no deseable de tiranías y
esclavitud, que predominó en todo este mundo.
·
En lo económico,
la relativa unidad del mundo helenístico provocó (acaso por primera vez en la
historia) una economía mundializada y precapitalista, que dio lugar a una industria y un comercio a escala desconocida hasta
entonces.
5.
LA RELIGIÓN GRIEGA.
Hay una cierta tendencia a
reputar la religión la faceta menos profunda y destacada de la civilización
griega. Con todo, su influencia (al menos, en su forma de mitología) ha sido
muy grande en la cultura occidental y no deja de tener sus aspectos
intelectualmente destacados. Expongamos, pues, ante todo, unos caracteres generales de esta
religión:
·
Politeísmo. El panteón griego era muy numeroso, pero relativamente ordenado, al
atribuir a cada dios un cierto ámbito de competencia y reputar a Zeus jefe
supremo de todos los dioses.
·
Disociación de la religión y la moral. En el fondo, los dioses eran profundamente amorales y no admitían otra
ética humana que la de la sumisión. La moral griega (como veremos en el
apartado de la filosofía) tuvo que construirse por los intelectuales, al margen
de las aportaciones de la religión.
·
Ceremonias del culto a cargo de los
ciudadanos. En Grecia estaba escasamente
extendido el concepto de sacerdocio o de colegio sacerdotal, por lo que eran
los ciudadanos y sus autoridades quienes más frecuentemente dirigían y
oficiaban los sacrificios y demás ceremonias cultuales.
·
Intervención directa de los
dioses en las cosas humanas. Los griegos
consideraban a los dioses a imagen y semejanza de los hombres, interviniendo
constantemente en las cosas humanas, de forma un tanto caprichosa y dependiente
de la actitud de los hombres hacia ellos. Sin embargo, no podemos llevar la
creencia en tal intervención al nivel, literario y un tanto arcaico, que
encontramos, por ejemplo, en las epopeyas homéricas.
·
Creencia en una cierta inmortalidad. El epíteto cierta tiene aquí un sentido ambiguo. La inmortalidad
en que creían los griegos era una confusa mezcla de recuerdo glorioso y de
pervivencia nostálgica del alma del difunto, sin una precisión acerca del
premio o castigo que alcanzase a los muertos, según su conducta en esta vida.
Seguramente que esa religión stricto
sensu no satisfacía plenamente el sentido trascendente de los griegos, ni
encerraba en sí misma toda la religiosidad. Existía en Grecia una serie de fenómenos complementarios de la religión,
entre los cuales pueden destacarse los siguientes:
·
Los juegos
atléticos y los certámenes artísticos en honor de los
dioses, que servían de exaltación de la unidad y de la grandeza física o
artística de los griegos. Los más importantes eran las Olimpiadas.
·
Las formas y
manifestaciones religiosas de tono místico y moral, ligadas en general a los cultos y dioses que se importaron de
Oriente en la época helenística (misterios).
·
La religión que podríamos calificar de utilitaria: la magia, la adivinación (oráculos) y el curanderismo (vinculado, sobre todo, al semidiós Esculapio).
5.
FILOSOFÍA Y CIENCIA.
La
filosofía griega es una de las bases de la
civilización occidental (junto a la religión judeo-cristiana y el derecho
romano). Ello nos pone sobre la pista de su superlativa calidad e importancia,
seguramente no superada en ningún otro pueblo de la Historia. Ahora bien, ¿qué
es lo que permitió a los griegos clásicos remontarse a tales cimas del
pensamiento? Dicho de otro modo, ¿cuáles son las bases sobre las que se construyó la
filosofía griega?
·
Necesidad. El griego culto consideraba la filosofía, junto con el servicio al
Estado, la clave de su existencia. Como tantas veces se ha dicho, no se trataba
de filosofar para vivir, sino de vivir para filosofar. “Vivir no es necesario; filosofar, sí”.
·
Humanismo. Aunque preocupado por otras muchas cosas (religión, naturaleza, etc.),
el filósofo griego acaba interrogándose sobre la existencia, el pensamiento y
los valores del hombre. El hombre, globalmente considerado, se perfila como “la medida de todas las cosas”.
·
Racionalismo. La razón se reconoce como el más alto poder del hombre y su ejercicio,
como la única forma
eficaz y precisa de saber. La aplicación de la razón a la
realidad y al conocimiento humano, apoyada por los sentidos, se considera capaz
de llegar a poseer todos los saberes, a través de un método lógico eficaz.
La filosofía
griega fue evolucionando en cuanto a sus centros de atención. Sus principales etapas fueron las siguientes:
·
Primera etapa: física. Se busca, ante todo, explicar el mundo y la naturaleza, pero no sólo o
principalmente, en forma científica, sino tratando de encontrar sus bases o
denominador común (los principios eficientes, el cambio, los átomos, los
números, etc.). Entre los principales filósofos de esta etapa se cuentan
Pitágoras, Tales y Heráclito.
·
Segunda etapa: humanística. El centro de interés se traslada
al hombre, su esencia y la moral que debe practicar. Es una época dominada por
la figura de Sócrates y sus antagonistas, los sofistas.
·
Tercera etapa: metafísica. Se pretende definir y perfilar la
esencia de las cosas, marcar las claves del conocimiento racional (lógica) y
discutir sobre la existencia objetiva de los valores. Las dos grandes escuelas
de este momento son la idealista y la realista, cuyas filósofos máximos son, respectivamente, Platón y Aristóteles.
·
Cuarta etapa: moral. En ella la filosofía adopta una
postura práctica, de aconsejar la actitud ante la vida, buscando la
máxima realización del hombre, la superación de lo negativo, la felicidad. Las
principales escuelas son la estoica y la epicúrea.
En cuanto a la ciencia griega, alcanzó
igualmente grandes logros, al aplicar la razón al estudio de la naturaleza,
aunque tal vez fallara en el uso insuficiente de la experimentación.
·
Matemáticas. Dado su carácter abstracto y la escasa necesidad de aparataje, fue la ciencia en que más avanzaron los
griegos. Pitágoras sentó las bases de la aritmética y de
algunos aspectos geométricos (trigonometría), en tanto Euclides estableció los
principios geométricos por los que se transitó hasta que, en la Edad
Contemporánea, aparecieron las geometrías no euclidianas.
·
Astronomía. Los griegos clásicos no llegaron a establecer un sistema astronómico,
pero tuvieron profundos conocimientos e intuiciones, en especial, sobre nuestro
planeta, el satélite lunar, el sol, etc. Tal vez fue Aristarco el astrónomo
griego más destacado.
·
Física. La mecánica fue la parte de la Física en que más progresaron los
griegos, siendo Arquímedes la máxima figura.
·
Medicina. Las grandes dotes de observación y experimentación hicieron avanzar
mucho la medicina griega (anatomía, clínica, farmacopea). Los textos de
Hipócrates fueron decisivos durante muchos siglos y todavía hoy siguen siendo
respetados.
6.
LITERATURA
La literatura griega clásica
alcanzó cimas soberbias en varios géneros, tales
como la poesía épica (epopeyas de Homero y Hesiodo); la poesía lírica (amatoria, con Safo; heroica, en
Píndaro); la tragedia (Esquilo, Sófocles, Eurípides); la comedia (Aristófanes).
La influencia griega en la literatura occidental posterior ha sido inmensa, en
especial, por dos canales: Roma y el Renacimiento. En particular, la epopeya y
el teatro siguen siendo deudores de los niveles, temas y estilo alcanzados, en
particular, en la Atenas del siglo V a.C.
7.
BELLAS ARTES.
Escultura.
La escultura
griega (tal vez, la más avanzada e influyente de sus bellas artes) se
desarrolla a través de los siguientes periodos principales:
·
Periodo arcaico. Aunque es muy elevado el nivel técnico y anatómico, las esculturas
adolecen todavía de rigidez e inexpresividad.
·
Clasicismo. Es el momento glorioso en que se logra un perfecto equilibrio entre el
realismo y la belleza canónica. Está representado por los grandes
creadores, Fidias, Mirón y Policleto.
·
Helenismo. Se desnivela el equilibrio clásico a favor de la expresividad, el
movimiento y las escenificaciones. Sus mejores representantes son Praxíteles,
Scopas y Lisipo.
Junto a la escultura de bulto
redondo (en mármol o en bronce), que casi siempre nos es conocida por copias
tardías o romanas, tenemos la llamada escultura monumental, especialmente en
los frisos, metopas, etc. de los templos. Consiste en bajorrelieves de una calidad excepcional que –estos sí- se han conservado originales.
Arquitectura.
Los griegos
tuvieron la limitación de practicar una arquitectura meramente adintelada (es decir, sin elementos constructivos curvos, como el arco, la bóveda y
la cúpula). Así, las bases de sus construcciones fueron el tejado a dos aguas,
el frontón y la columna, elemento este último que introdujo la línea curva en el
conjunto.
Los estilos que se
practicaron a lo largo de la época clásica fueron los denominados (sin mucho
fundamento aparente), dórico,
jónico y corintio. Las principales diferencias entre
ellos fueron la mayor o menor elevación y decoración del conjunto: más sobrio y
rebajado el dórico; más esbelto y adornado el jónico; más sofisticado y
rebuscado el corintio.
Los principales modelos o realizaciones de la arquitectura griega (de gran influencia en etapas
posteriores) fueron los templos, los teatros y los estadios. En los dos últimos se adoptaron hermosísimas armonías de líneas rectas
y curvas, en tanto que los templos mantuvieron en todo momento su planta
ortogonal.
Pintura.
Tenemos un total desconocimiento de la pintura griega de caballete, por más que se repitan de
memoria las consideraciones de los romanos y otros, que llegaron a conocerla y
alabaron, en especial, su realismo. Se citan los nombres de Zeuxis, Parrasio y
Apeles, como los pintores más destacados.
Por el contrario, la cerámica griega, a través de sus diversas etapas, colores y formas, tiene un
enorme valor estético e histórico para nosotros, al habernos llegado un buen
número de objetos. Gracias a ella y, en menor medida, a los frescos y
mosaicos a duras penas conservados, podemos hacernos alguna
idea de la belleza que alcanzó el arte pictórico entre los griegos clásicos.
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